martes, 24 de agosto de 2010

Y si contamos otros cuentos?

Los cuentos y los juegos son una parte fundamental del desarrollo, donde aprendemos roles, nos relacionamos con pares y adultos y comenzamos a utilizar la representación para conocer el mundo... no son solo cuentos.
Pero muchos de nuestros cuentos, están llenos de lugares comunes, estereotipos y la naturalización de conceptos como belleza, bondad, maldad, mujer, hombre..

Quisiera compartir unas ideas, pensando en la salud que brinda el cuestionamiento de las cosas dadas ...
(como ideas son personales y discutibles)

1) Personajes
En primer lugar pensemos los personajes: Príncipes, princesas, reyes y reinas.
¿De dónde proviene esta adoración obsesiva de la monarquía? Si tenemos en cuenta que la monarquía es un sistema de gobierno autoritario que basa su poder en que determinadas familias fueron elegidas por Dios ??!! para gobernar sobre el resto de los mortales comunes y que además esto les concede privilegios por sobre todo el pueblo (lo cual increíblemente sobrevive en algunos países del 1er mundo), llama la atención que la mayoría de los cuentos hablen esta gente como seres bellos, buenos, nobles, honestos, lo cual reproduce el discurso medieval que fue creado, justamente, para permanecer en el poder y pasarse el trono de generación en generación.

2) Las protagonistas
Nuestras protagonistas son siempre mujeres que "deben ser rescatadas" y obviamente, por un hombre. O son pobres o fueron envenenadas, o están dormidas, encerradas, etc. Pero siempre esperan a ese hombre, que además debe pertenecer a la clase parasitaria monárquica, es decir, debe ser Principe, si es posible rubio y debe venir en un caballo blanco. Creo que es evidente la asociación de Blanco/Rubio = Bueno vs Negro/ Oscuro = Malo que ya empieza a formatear nuestras cabecitas desde pequeñas y pequeños. Y tal vez seguimos escuchando a muchas mujeres, hoy adultas, que añoran a un ser ideal, un príncipe azul con vocación de rescate...es decir, un ser que NO EXISTE. (lo de azul tengo que averiguar de donde viene!!)

3) La Maldad
Parodiando a la novela, hay que decir que la mayoría de las veces, la maldad "tiene cara de mujer".
Las malas son casi siempre mujeres, si es posible, viejas y feas, para completar el estereotipo. La Bruja de Blancanieves, la madrastra de Cenicienta, el hada malvada de La Bella durmiente. Digamos: nos arruina una mina jodida y envidiosa y la única posibilidad es que nos rescate un tipo.

Y las canciones no se quedan atrás.. Veamos Mantantiru liru lá
Un bello relato acerca de un juez (Su Señoría) que viene a "buscar" a una de las hijas del señor que canta, la más bonita, claro está, para luego ir decidiendo que oficios le van mejor, hasta que definen que "princesa" le queda muy bien.

-Buenos días, su señoría.
-Mantantiru-Liru-Lá!
-¿Qué quería su señoría?
-Mantantiru-Liru-Lá!
-Yo quería una de sus hijas,
-Mantantiru-Liru-Lá!
-¿Cuál quería su señoría?
-Mantantiru-Liru-Lá!
-Yo quería la más bonita,
-Mantantiru-Liru-Lá!
¿Y qué oficio le pondremos?
-Mantantiru-Liru-Lá!
-La pondremos de modista,
-Mantantiru-Liru-Lá!
-Ese oficio no le agrada,
-Mantantiru-Liru-Lá!
-La podremos de pianista,
-Mantantiru-Liru-Lá!
-Ese oficio no le agrada.
-Mantantiru-Liru-Lá!
-La pondremos de cocinera.
-Mantantiru-Liru-Lá!
-Ese oficio no le agrada.
-Mantantiru-Liru-Lá!
-La pondremos de princesa
-Mantantiru-Liru-Lá!
-Ese oficio si le agrada.
-Mantantiru-Liru-Lá!

Creo que tal vez necesitamos pensar otros cuentos, otros relatos y representaciones que sean más inclusivos, claramente no machistas, donde exista la diversidad, en donde tal vez haya un espacio para pensar a hombres y mujeres como algo más que príncipes valientes y guerreros, y aspirantes a princesitas rubias y con síndrome de rescate.

Podemos hacerlo como madres, tías, hermanas, amigas, hijas, y como padres, tíos, hermanos, amigos e hijos.

Para que los cuentos no acaben siempre igual....no?